Efectivos policiales detuvieron el martes en la noche al dueño de la finca donde falleció electrocutado un chico de 14 años. El sujeto se llama Alberto Castillo, tiene 45 años y es un conocido electricista de Cochagual, un pueblo que está a casi 60 kilómetros del Gran San Juan. La sospecha de los investigadores es que el hombre electrificó las puertas y ventanas de su propiedad para evitar robos.
El trágico incidente ocurrió el martes pasado en una finca de calle El Topón, en el Sur de la provincia cuyana. La víctima, identificada como Lautaro Miranda, vivía en un precario rancho vecino con sus padres y hermanos. Ese día salió a jugar con su hermano de 9 años y se cruzaron a la vivienda de Castillo. Cuando estaban en el lugar, por alguna razón el niño apoyó sus manos en la ventana y recibió una fuerte descarga eléctrica. Su hermano intentó auxiliarlo, pero fue en vano.
Ahora el dueño de la finca está acusado de provocar la muerte del menor y causarle quemaduras a Dilan Miranda, hermano del joven fallecido. Su detención, según publicó Tiempo de San Juan, fue ordenada por el juez Benedicto Correa, del Quinto Juzgado de Instrucción. Fue el magistrado quien decidió imputarlo por el delito de homicidio simple con dolo eventual, que se aplica cuando una persona realiza una acción que puede lesionar y hasta matar a alguien y se representa ese resultado. Ese delito tiene un castigo, según el Código Penal, de entre 8 a 15 años de prisión.
La situación de
Castillo por ahora
es compleja. Los investigadores creen que puso un cable de 220 voltios conectado a la ventana para electrificarla. Además sospechan que después que ocurrió el accidente llegó al rancho, deshabitado, y retiró esa conexión porque sabía que iba a meterse en problemas.
