El 9 de abril la escuelita que Nicanor Quinteros (14) fundó en el fondo de su casa cumplió un año pero, lejos del festejo que el niño quería hacer para esta fecha, tuvo que dejarlo pasar por la pandemia del coronavirus. Nicanor vive en el barrio Las Piedritas II, en Pocito, un departamento al Sur de San Juan y se hizo famoso porque empezó ayudando a otros niños de la zona con las tareas de la escuela y terminó fundando una en el fondo de su casa. La escuela se llama Patria Unidad y, en medio de la cuarentena, sigue ayudando a los niños con los deberes.
"Pensábamos que íbamos a festejar el cumpleaños con una tortita, con los chicos, con unas empanaditas... pero no pudimos hacer nada", dijo su abuela, Ramona, a Diario de Cuyo. El sueño de la escuelita empezó cuando el nene tenía 9 años y ayudaba a sus vecinitos en el fondo de su casa. Lo que empezó como un juego se convirtió en algo enorme cuando las personas se enteraron de lo que hacía y una obra social le donó la construcción de un gran aula, en el fondo de su casa, y le donaron todo lo necesario para seguir dando clases. Ahora, con la cuarentena, su abuela no lo deja recibir gente pero él sigue ayudando, imprimiendo la tarea que las maestras le mandan a los niños del barrio.
"No está recibiendo a nadie, yo le dije que corte por todo lo que está pasando. Los chicos del barrio vienen para que les imprima las cosas y nada más... entran, salen y se van", relató la abuela. El niño les cobra 5 pesos y va guardando la plata en un tarrito. "A eso lo voy guardando, entonces cuando falte algo para la escuelita lo compro", contó Nico. El adolescente va a la Escuela 12 de Agosto, a 3° de la secundaria y aseguró que no le cuesta cumplir con las tareas que le mandan sus docentes. "Me pone triste lo que está pasando, pero bueno, me conformo con ayudar a mis primos", explicó.