"Tuve suerte porque en esta zona no hay tantos casos, estaba aislado y los médicos y enfermeros me atendieron muy bien", contó sobre su increíble recuperación a Diario de Cuyo.
El hombre reside desde hace varios años en una de las ciudades de España más golpeadas por el coronavirus. Pese a que la mayoría de los hospitales están colapsados él pudo estar internado solo en una habitación y eso significó un plus a la hora de reponerse.
Rubén estuvo dos semanas internado. Contó que todo comenzó cuando estaba en cuarentena con su mujer e hijo, y empezó a padecer los primeros síntomas de la enfermedad.
"Tenía malestar, dolor de cuerpo y falta de apetito. Por eso fui al centro de salud, me diagnosticaron faringitis y regresé a mi casa. Pero los dolores eran cada vez más intensos y empecé a tener fiebre, entonces decidí ir al hospital. Ahí me dijeron que tenía neumonía y me internaron. También me hicieron el test, al otro día supe que tenía el virus ", relató.
La primera semana la pasó realmente mal. Estuvo con oxígeno y una serie de antivirales para contrarrestar las dolencias que, en los primeros días, no hicieron efecto.
"Es como si te hubiera pisado un camión. Me dolía cada una de las articulaciones, a tal punto que me daban calambres, pero mi cuerpo no respondía. El peor momento era cuando me daba tos, era ahí cuando empezaba a sentir un dolor de cabeza insoportable ". Y agregó: "Cuando me cambiaron el tratamiento comenzó mi recuperación. En la última semana mejoré día a día, tanto que decidieron darme el alta ".
El sanjuanino está aislado en su domicilio, no tiene contacto con su mujer Ivana e hijo Joaquín. Aun así, está feliz de haber ganado la batalla contra el coronavirus, aunque sigue en recuperación.
"Espero que la gente tome conciencia, es muy difícil y duro todo esto. Lo básico es seguir las recomendaciones, cuidarse y, sobre todo, no salir de casa, es la forma de no contagiarse y no pasar por esto ", cerró.