La historia de perseverancia y superación de Fernanda Grecco es una de las tantas del fútbol femenino. La joven sanjuanina de 22 años integra el plantel profesional de Independiente y viene de ser protagonista en el clásico ante Boca. Sin embargo, para llegar a la Superliga tuvo que transitar un camino difícil y marcado por la exclusión por el simple hecho de ser mujer.
"Tengo una foto de cuando tenía 7 años con una camiseta de fútbol. Siempre me gustó la pelota pero me decían que no podía jugar porque era una disciplina de varones. De chiquita jugué con mis amigos en un club del Barrio Aramburu, el técnico me bancaba, pero los directivos no me aceptaban por ser mujer", contó en una entrevista al diario Tiempo de San Juan.
La joven comenzó de muy chica en el fútbol, primero en el barrio y luego en una escuelita chimbera donde le cerraron las puertas. Después tuvo su revancha cuando en el barrio Santo Domingo se formó una liga exclusiva para mujeres. "Nunca me sentí menos que un hombre cuando jugaba, sí me sentía mal cuando no me dejaban hacerlo por ser mujer. Adentro de la cancha dejaba lo mejor de mí. Pero no quiero quedarme con el pasado. Es cierto que las vueltas de la vida sorprenden pero pasado es pisado", destacó Fernanda.
En la adolescencia fue cuando se reencontró con su viejo amor, la pelota. Fue creciendo a pasos agigantados hasta que San Martín de San Juan puso los ojos en ella. Allí comenzó a disputar el torneo local, en el que gritó campeón. También tuvo su chance en la Selección Argentina. "Hay que meterle para adelante. Hay que hacer las cosas bien para seguir por este camino. Es una gran oportunidad para crecer", confesó.