Stephen Hawking, quien murió hoy a los 76 años, sufría Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y le aseguraron que no viviría más de dos o tres años. Pero el joven inglés luchó contra esa enfermedad durante décadas para sobreponerse y avanzar con sus trabajos sobre astrofísica moderna.
La esclerosis lateral amiotrófica o ELA es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento voluntario de los músculos.
Las células nerviosas (neuronas) motoras se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos. Con el tiempo, esto lleva a debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo. Cuando los músculos en la zona torácica dejan de trabajar, se vuelve difícil o imposible respirar.
Uno de cada 10 casos de ELA se debe a un defecto genético. La causa se desconoce en la mayoría del resto de los casos.
La ELA afecta aproximadamente a 5 de cada 100,000 personas en todo el mundo.