La mujer golpeada en la Puna salteña asegura que no tiene justicia “porque no bajó de los barcos”

Se llama Gladys Cruz y hace días fue agredida por unas vecinas, que la obligaron a tomar orina y la hicieron morder por perros. Denuncia que la sigue hostigando.

La mujer golpeada en la Puna salteña asegura que no tiene justicia “porque no bajó de los barcos”
Gladys Cruz dio su testimonio luego de sufrir la brutal agresión.

Semanas atrás, la productora agraria de la Puna salteña, Gladys Cruz, fue brutalmente agredieron por tres mujeres con quienes mantiene un conflicto territorial desde hace años. Denunció que la golpearon, también la forzaron a beber orina e hicieron que unos perros la muerdan.

Con las marcas de los golpes en su cuerpo, Gladys volvió a sus tierras a trabajar pero, según contó, encontró con un centenar de ovejas comiéndose el rastrojo y sus sembradíos de altura. Es una señal de que sus agresoras no le dan tregua, la siguen hostigando. Luego fue hasta la Municipalidad de Campo Quijano y luego la policía de San Antonio de los Cobres constató el hecho. Gladys no se da por vencida, no sólo sigue firme en sus inhóspitas tierras, también denunció a sus atacantes por desobediencia judicial.

Gladys Cruz dio su testimonio luego de sufrir la brutal agresión.
Gladys Cruz dio su testimonio luego de sufrir la brutal agresión.

La mujer dijo a El Tribuno que la Justicia no le dio respuestas por lo sucedido, ya que solo le dictaron medidas cautelares y una restricción de acercamiento mutuo entre vecinos a una distancia de 500 metros pero sus vecinos, que no fueron castigados por los vejámenes “No recibo justicia porque no descendí de los barcos ni tengo sangre europea”, dijo la desesperada mujer.

“Nosotros vivimos ahí desde hace mucho tiempo, mi padre nació y murió en Las Cuevas. Mi abuelo habitó este lugar mucho antes y falleció a los 93 años, hace ya décadas. Imagínense, no somos nuevos, cultivamos desde hace más de un siglo habas, papa, maíz, cebollas, hortalizas, hacemos queso de cabra, de oveja y vivimos de esta tierra y de sus frutos”, había contado la mujer días atrás.