Tras el caso del que nadie deja de hablar, de la interrupción de un embarazo en el Hospital Juan Domingo Perdón de Tartagal de una madre que llevaba gestando a su bebé por 22 semanas, en la mañana de este jueves se conoció la versión del gerente del nosocomio. Santiago Payo desmintió los dichos de la mujer de 21 años y aseguró que la joven nunca expresó estar arrepentida de la interrupción.
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Según declaró el gerente, la joven que iba a ser mamá es una persona mayor de edad y “totalmente en condiciones normales de regir su vida”. En este contexto, agregó que el 23 de agosto la joven “se internó en el hospital a la noche en el servicio de gino-obstetricia, quedando allí hasta el martes cuando iniciaron las acciones para practicar el aborto”.
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En diálogo con Qué Pasa Salta, el hombre agregó que la joven estaba en total “libertad de acción y decisión, nadie jamás la coaccionó, nunca nadie suspendió esto; podría haberse retirado del hospital (porque) no estaba presa”.
Además, sostuvo que en estas situaciones, el protocolo comienza con “la medicación y no con degrado. Esta paciente hizo el tratamiento con medicación: dos comprimidos que se colocan debajo de la lengua media hora y luego se traga”. Sobre el nacimiento del bebé, del que se habla que nació con vida, Payo dijo que “se inició en su útero el desplazamiento de la placenta y se generó un expulsivo de la placenta con el feto y la bolsa íntegra, en esa naturaleza hay un déficit de oxigenación y se produce la muerte dentro de la bolsa”.