El 2020 fue un año atípico e inesperado para la humanidad. Un virus desconocido y letal, que estalló en China y se regó por el mundo con la velocidad de un huracán, nos obligó a encerrarnos mientras recibíamos todo tipo de información sobre su comportamiento, y los cuidados que debíamos tener. El coronavirus su cobró miles de vidas y todavía lo hace, convertido en una nueva sepa, que nos vuelve a sumergir en el miedo y la incertidumbre.
La OMS declaró la pandemia el 10 de marzo y las fronteras entre países comenzaron a cerrarse, también las rutas entre provincias. Se prohibió el turismo, suspendieron las clases, y también la actividad de diferentes rubros económicos. El aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio argentino comenzó el 17 de marzo, y lo que parecía algo temporal se convirtió en un modo de vida durante el 2020 (y seguirá en el 2021): usar barbijo para salir, mantener la distancia, en definitiva, evitar sociabilizar.
En Salta, la pandemia dejó un saldo de 22.064 infectados y 1023 muertes por COVID-19 durante el 2020, según el dato del reporte oficial del Gobierno de la Provincia de este miércoles 30 de diciembre. Lo alentador es que de ese total de contagiados, 19.507 superaron la enfermedad.
Los meses más complicados de la pandemia en Salta fueron entre julio y octubre, en especial agosto y septiembre, donde la cifra de contagios creció de una manera exponencial, y saturó el sistema sanitario de la provincia, tanto el público como el privado, aunque las autoridades del Ministerio de Salud aseguran que no llegó a colapsar. En el medio renunció la ministra de Salud, Josefina Medrano, y el gerente del Hospital del Milagro, Juan José Esteban, ocupa ahora el cargo.
El Hospital Papa Francisco de la zona sudeste de la ciudad se rearmó como centro regional de referencia para el COVID-19, colocaron un carpa adicional para pacientes leves en el San Bernardo, y acondicionaron el Centro de Convenciones de Limache como centro de internación (que finalmente recibió pocos casos).
El último lunes del año llegó a la provincia la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID- 19. Un total de 4050 dosis que se colocarán solo a personal de salud que trabaja en las terapias intensivas y que está en la primera línea de lucha contra la infección. Se espera la llegada de más dosis para seguir vacunando a la población objetivo, es decir, el personal sanitario.
Por estos días, Salta vive una tensa calma epidemiológica. El reporte diario de casos sigue. El domingo pasado hubo 37, el lunes bajó 17, el martes subió a 28 y este miércoles volvió a subir con 61. En el medio sigue el foco de atención puesto en varias localidades por el incremento de personas contagiadas. El jefe de la Sala de Situación, Miguel Astudillo, informó que los departamentos de Cafayate, Chicoana, Metán y Orán, continúan con transmisión comunitaria sostenida del virus SARS-COV2, de decir que están en alerta roja.
Mantener los cuidados es el consejo primordial de cara a un posible rebrote. Autoridades sanitarias insisten en respetar el protocolo biosanitario a pesar de las flexibilizaciones de la cuarentena. La campaña de vacunación recién comienza y su efecto se verá a largo plazo, mientras tanto el uso del barbijo, el alcohol en el y la distancia social son los métodos más efectivos.