Sucedió en Tartagal en diciembre pasado que un padre en estado de ebriedad violó a su propia hija.
Los familiares de la menor no dudaron en radicar la denuncia al enterarse de los hechos, y el hombre, de 33 años, fue encontrado culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente y la minoría de edad de la víctima y abuso sexual simple agravado.
Se dispuso la extracción de material genético del hombre para su correcta inscripción en los bancos de datos pertinentes como medida.