En el norte de Salta la verdadera pandemia son el hambre, la sed, la desidia y el abandono al que se encuentran sometido muchas de las comunidades autóctonas que habitan en lugares inhóspitos, alejados de la mano de Dios, y también de la del hombre.
Es el caso de la comunidad wichí de El Alambrado, a unos 7 kilómetros de Dragones, en el municipio de Embarcación, en pleno Chaco Salteño. Allí, las 15 familias que integran la comunidad están hace días sin agua porque se rompió el grupo electrógeno que bombea el agua y no saben cómo arreglarlo.
La situación es desesperada y no parece tener una pronta solución. Según consigna El Tribuno, Néstor Fernández, un maestro originario de la zona, dijo que "hay niños que están enfermándose y se necesita que se solucione este tema urgente".
El maestro además agregó: "Hay también chicos discapacitados que están sufriendo, como el de la familia Arias. Ya sea el municipio o cualquier persona que pueda ayudar, puede comunicarse al 03878 34-4201 para más información. Hay que tener en cuenta que la zona es de difícil acceso".