Luego de vivir dos años en Caleta Olivia, donde se ganaba el pan realizando changas en distintos rubros, la pandemia, y la consecuente crisis económica, dejaron a Gustavo Gallardo en la calle, sin un peso para comprar comida, mucho menos para pagar el alquiler.
Gustavo, oriundo de Salta, donde los esperan sus cinco hijos y toda su familia, optó por emprender el regreso a casa. Pero, por el cierre de fronteras y por no tener más que 500 pesos en el bolsillo, Gustavo decidió emprender a pie los 2.700 kilómetros que lo separaban de su hogar. "No tengo trabajo, para comer ni para pagar el alquiler. Me voy para Salta Capital, desde hace dos días vengo que no como nada", había manifestado.
Apenas iniciada la travesía la historia de Gustavo se viralizó luego su que su historia saliera a la luz en el portal El Caletense. Gracias a esto, mientras estaba en Comodoro Rivadavia, luego de haberle sido negada la ayuda de las autoridades, Gustavo recibió un mensaje providencial cuando se disponía a salir caminando a la ruta: "Decía que se llamaba Laura, que mi sobrina le había dado mi número, y que me quería pagar todo el viaje hasta Salta".
Según consigna La Gaceta, esta alma bondadosa depositó dinero en la cuenta de un remisero que conocía en Córdoba para que lo buscara de Comodoro Rivadavia y lo llevara hasta Salta. Además, el dinero, 25 mil pesos, cubrió un hisopado para que Gustavo no tenga problema con las autoridades.
En estos momentos Gustavo se encuentra en Córdoba Capital, donde espera el resultado del PCR que lo habilitará a cruzar las fronteras. "Estoy contento por su gesto. El chico del remis me dio un techo, una cama cómoda. Anoche cenamos juntos. No quiero que se preocupen más. Siempre voy a estar agradecido", manifestó Gustavo a La Gaceta.