La situación epidemiológica de Orán se encuentra en estado crítico, y para evitar los contagios las poblaciones kollas de la comunidad Tinkunaku decidieron buscar refugio en las zonas alejadas. Llevan consigo las pocas provisiones que tienen, para sobrevivir un par de meses.
Así lo informó en diálogo con El Tribuno David Sarapura, uno de los coordinadores de la Comunidad, originario de San Andrés. Para llegar a los puestos, se debe caminar durante uno o dos días, y armar una logística con los caballos para trasladar las provisiones.
Las pequeñas poblaciones tienen temor de que el coronavirus cause estragos. Tinkunaku está conformado por Río Blanquito, Los Naranjos, Agosto Paraní y San Andrés. Aunque algunas están cerca de la ciudad, a unos 30 kilómetros, otras se encuentran a grandes distancias.
Buscan principalmente desconcentrar los poblados, para que hagan una especie de cuarentena en un espacio alejado, para minimizar los riesgos de contagio. Estos poblados viven de la ganadería y agricultura de subsistencia, cultivando pequeñas huertas y criando animales para el consumo familiar. Algunos son también trabajadores temporales en actividades rurales.
La mayor preocupación surge de que estos puestos lejanos no tienen cobertura sanitaria, sino que solo tienen centros comunitarios muy precarios sin enfermeros.
El guardaparques explicó que "Estamos haciendo una vaquita (fondo común) para comprar equipos de comunicación y así poder asistirlos en caso de emergencia. Desde hace mucho tiempo venimos pidiendo a Salud de la Provincia asistencia para esos puestos, pero todavía no tenemos una respuesta”.
Los enfermeros del puesto de control son pagados por la comunidad y se turnan cada 15 días. Hace una semana hay también un policía apostado, y se sumaron luego un agente sanitario y colaboradores de la Delegación Municipal. Sin embargo, Sarapura insiste en que no saben si hubo contagios porque nunca se pudieron hacer el test.
Para solventar, organizan rifas y las familias donan los aportes económicos que pueden. "Nos pusimos a la espalda lo que muchas veces el Estado no puede darnos. Cada paraje se organizó para comprar medicamentos para las salitas", explicó Sarapura. "Pero todas estas cuestiones y carencias que son de siempre, se ven mucho más expuestas ahora con el tema del Covid 19".
Finalmente, Sarapura explicó que las comunidades necesitan una ambulancia para tener una evacuación rápida y segura en caso de emergencias. Las escuelas rurales cuentan con conexión a internet las 24 horas, pero es necesario proveer un servicio al portón de bioseguridad, siendo que la comunicación es vital.