Días atrás, se conoció la noticia de que los residentes del geriátrico Padre Borghini de Tartagal que habían contraído coronavirus habían ganado la batalla, y se encontraban de regreso en el hogar. Sin embargo, el domingo empezó a circular la historia completa: cuatro de los adultos mayores fallecieron.
La noticia falsa que circuló en los medios habría iniciado por el mismo director del geriátrico, Luis Carvajal, al decir que se encontraban de vuelta en el hogar de Av. Mosconi 651 en buen estado de salud. Carvajal no detalló que de los 20 abuelos trasladados a internación murieron tres, y hubo un cuarto deceso después de sus declaraciones.
El medio La Gaceta intentó comunicarse con el director el lunes 31, pero les señalaron que la información sobre personas fallecidas lo maneja el Ministerio de Desarrollo Social o de Salud. Juan López, el director del Hospital de Tartagal, también había corroborado la historia, pero ayer declaró ante el mismo medio que los abuelitos habían estado internados en una clínica privada.
Finalmente, Jorge O'Brien, el titular de la Dirección de Adultos Mayores, confirmó al medio que dos de los abuelos fallecieron durante la internación, y dos después. Aunque los primeros murieron por coronavirus, los otros dos no.
El funcionario explicó que aunque tenían coronavirus, también tenían otras patologías como diabetes, hipertensión, con secuelas de ACV y demás, lo que hace difícil determinar el factor exacto de la muerte. Uno de los desencadenantes, agregó, podría haber sido el estrés por ser trasladados del geriátrico.
En diálogo con Tartagal al Día, el médico Walter Escribas, quien intervino en la mayoría de los casos de fallecimiento de los internos, declaró lo mismo: que tenían coronavirus pero también otras patologías de base. Además, agregó que algunos abuelos presentaban cuadros de desnutrición, mientras que otros presentaban heridas profundas por permanecer por tiempos prolongados en una misma posición.