La cuarentena no es igual para todos. Algunos tienen el privilegio de trabajar desde sus casas y cobrar el sueldo a fin de mes. La situación de los que viven el día a día es preocupante, también la de muchos ancianos y familias de la Puna salteña que quedaron desamparados.
Por estos días, los pobladores de los parajes Santa Rosa de Tastil, La Quesera, Carrera Muerta, Las Cuevas y La Encrucijada están completamente incomunicados. La cuarentena impide el transporte por la ruta nacional 51 y escasea el combustible.
Allí vive una gran cantidad de adultos mayores. Voluntarios de la Fundación "Los niños de San Juan" recorrieron la zona y recorrieron las viviendas para conocer las necesidades de sus habitantes. En su visitas se encontraron con abuelas y abuelos que están solos y desabastecidos dentro de sus casas.
Inocencia, de 75 años, estaba sola y llorando cuando los jóvenes de la Fundación tocaron la puerta de su casa . La mujer no podía entender que la ruta esté cortada y que su familia no la haya ido a visitar. "Le prometimos a la abuela traer noticias de su familia y a la familia pedirle que haga todo lo posible por venir a verla, explicar la situación a las autoridades y que lo dejen pasar", publicaron en su cuenta de Facebook.
En el paraje La Encrucijada se encontraron con Dominga, una abuela de 80 años, que estaba acostada y dolorida en su cama después de haber sufrido una caída. Nadie la había asistido. Desde la Fundación se comunicaron con el Hospital de San Antonio de los Cobres, que envío una ambulancia a la casa de Domingo.
Por estos días los pobladores aislados de la Puna salteña necesitan alimentos no perecederos, leche, verduras y pañales para los bebés, que la Fundación "Los niños de San Juan" está juntando a través de una movida solidaria. Más información y como ayudar en: 3876842748 / 3876329079 / 3875114369; fun dacionlosninosdesanjuan@ya hoo.com.ar.