Durante los meses de enero y febrero se celebran increíbles carnavales y corsos en Salta y todo el norte argentino, aunque es común que se cancelen o suspendan ciertos días por las condiciones climáticas.
Sin embargo, esto no fue lo que pasó en Orán, donde los organizadores decidieron seguir con el espectáculo el fin de semana a pesar del diluvio y la tormenta eléctrica que azotaban la zona.
Por esto, los bailarines se presentaron con el agua hasta los tobillos y más cayendo desde el cielo.
Los jefes de la comparsa se quejaron de lo ocurrido, principalmente porque no podían ver claramente y algunos de los bailarines fueron heridos.
También se perjudicó la ropa y calzados de los participantes, que tenían que repetir su presentación la noche siguiente.