Liliana Flores tenía 25 años y tenía tres hijos de cinco, tres y dos años con Hedgar Exequiel Almirón, el hombre que esta madrugada la asesinó de un disparo. Él era policía y después de comer el crimen, se mató.
Todo sucedió dentro de la vivienda en barrio Los Paraísos, en Cerrillos, donde también estaban los pequeños y donde había una custodia policial en la puerta.
La tragedia se desencadenó esta madrugada. La pareja estaba separada desde hace seis meses y tenían conflicto porque, según trascendió, él se negaba a pagar la cuota alimentaria a sus hijos.
Almirón se presentó en la vivienda donde vivía la mujer, en un loteo de Cerrillos y comenzaron a discutir. Él se puso violento. La Policía llegó al lugar alertada por los gritos de Flores y llevó a la mujer a la comisaría a radicar la denuncia por violencia. Horas más tarde regresó a su casa con una consigna policial que se quedó en la puerta.
Alrededor de las siete de la madrugada, el asesino ingresó al domicilio y disparó a su expareja. El policía que estaba de consigna entró y encontró los dos cuerpos, ya sin vida. Sólo atinó a sacar a los niños de la casa.
"Todavía no sabemos cómo ingresó el oficial a la casa, eso es motivo de investigación. Suponemos que lo hizo por la parte de atrás, ya que en el barrio Los Paraísos todavía hay casas que no están cerradas en su totalidad y son de fácil acceso", explicó el comisario Miguel Velárdez.