Bruno Rodríguez es el salteño de 19 años que fue ovacionado por su discurso sobre la emergencia del cambio climático en las Naciones Unidas. El estudiante del CBC para Ciencias Políticas y Derecho estuvo junto a la activista sueca Greta Thunberg en la sede de la organización en Nueva York.
Durante su alocución le apuntó "a la clase dirigente que no le interesa el cambio climático" y reiteró que los jóvenes "vamos a sufrir sus consecuencias".
Bruno es hijo de salteños. Sus papás son de Salvador Mazza y Aguaray. Creció en La Paternal (Buenos Aires). Hizo la secundaria en la ORT de Yatay, en Amagro, y desde hace un año y medio comenzó a participar de los encuentros para jóvenes que se realizan todos los sábados en Amnistía Internacional.
Su padre es ingeniero en sistemas y trabaja para una empresa del grupo Techint y su madre trabaja como administrativa en Telefónica. Antes de viajar, Amnistía le entregó a él y al grupo que lidera el premio Embajador de Conciencia.
Cuando los organizadores de la Asamblea General de la ONU convocaron a los jóvenes para una cumbre paralela a la de los líderes mundiales, Bruno decidió postularse. Llevaba varios meses de militancia contra el cambio climático.
"La crisis del clima y ecológica es la crisis política de nuestros tiempos, la crisis económica de nuestros tiempos, y la crisis cultural de nuestros tiempos", alertó el fundador de la organización Jóvenes por el Clima Argentina. "Muchas veces escuchamos que nuestra generación deberá resolver los problemas creados por los gobernantes actuales, pero no esperaremos pasivamente (…) Llegó la hora de que seamos los líderes", dijo. "¡Ya basta! ¡No queremos más energías fósiles!", agregó con energía.
Bruno también contó cómo es la realidad climática de Argentina. "La historia de nuestra región es la de cinco siglos de saqueo. Para nosotros, el concepto de justicia ecológica y medioambiental está ligado al de derechos humanos, justicia social y soberanía nacional en relación a nuestros recursos naturales", relató.
"Estamos enfrentando una emergencia sustancial y nuestros líderes tienen la obligación de hacer cambios radicales. Pero el cambio no sucede generalmente de arriba hacia abajo, pasa cuando millones de personas demandan cambio", señaló.