Septiembre es un mes importante para la fe en Salta, y el 24 de septiembre no es excepción, siendo el día en el que se celebra a la Virgen de la Merced. En el siglo XIII, la advocación se le apareció a San Pedro Nolasco, instándolo a seguir liberando a los cristianos esclavos.
Durante aquella época, los moros saqueaban las costas en España y se llevaban a cristianos como esclavos a África. En estas condiciones, muchos perdían la fe, sintiendo que Dios los había abandonado. Pedro Nolasco, santo religioso barcelonés, vendió su patrimonio para liberar a los cautivos, y utilizó su labor de comerciante para ayudar a todos los que pudo. Sin embargo, cuando se acabó el dinero y las limosnas, no pudo continuar.
Nolasco le pide ayuda a Dios, y se le aparece la Virgen, quien le pide que funde una congregación para liberar a los cautivos. La Virgen le dijo que no dude de Dios, y que la orden se funde sea en su honor; sus hermanos y profesos se dedicarán a la redención de muchos en Israel, siguiendo los pasos de Jesucristo.
Se creó entonces la Orden de la Merced el 10 de agosto en 1218 en Barcelona, España, y San Pedro Nolasco fue nombrado Superior General por el Papa Gregorio IX. Los integrantes hacían votos de castidad, pobreza, obediencia y sobretodo el dedicar su vida a liberar esclavos, quedando ellos mismos en el lugar de un cautivo que estuviera en peligro de perder la fe.
En el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó la Fiesta de la Virgen de la Merced el 24 de septiembre. Cuando los frailes mercedarios llegan a América, traen también la devoción de la Virgen de la Merced. Esta es venerada en República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países.