Nacido en 1090 en Borgoña, Francia, San Bernardo fue fundador del Monasterio Cisterciense del Claraval, entre otros. Reconocido por su gran devoción por la Virgen María y su elocuencia, se enfrentó a Abelardo y fue el predicador apasionado de la segunda Cruzada.
Fue el monje más ilustre de su siglo, y a los 24 años era el primer abad del monasterio de Claraval. Fue consejero de príncipes y papas, y antes de su muerte dejó fundados 160 monasterios de su Orden. Es venerado en la Iglesia católica, la anglicana y la luterana, y ejerció una gran influencia en la vida política y religiosa en Europa. Algunas de éstas incluyen el canto gregoriano, la vida monástica y la expansión de la arquitectura gótica.
Fue declarado Doctor de la Iglesia por Pío VIII, y es considerado el último de los Padres de la Iglesia Latina.