El fin de semana largo, un joven fue a visitar a su familia que vive en uno de los parajes del Barrancoso, al norte de la traza vial que conecta Rosario con Victoria, pero lamentablemente cuando quiso regresar quedó atrapado por los incendios en las islas.
El pasado lunes fue una de las jornadas más duras para Rosario. Aunque había focos que estaban bajo control, aparecieron fuertes ráfagas de viento que volvieron a activarlos e impidieron que los brigadistas logren cumplir con sus actividades.
En diálogo con De 12 a 14 (El Tres), Ezequiel, el hombre que quedó en medio de los incendios, contó que cuando llegó a la casa de sus familiares había un solo foco, “pero el lunes cuando nos levantamos el viento había arrasado con todo. Teníamos los vehículos a unos metros de la tranquera pero nos agarró el incendio y no podíamos salir”, relató.
Según narró el protagonista, las columnas de fuego “avanzaban sobre el caserío que hay en la zona” y afectó la casa de sus familiares y la de los vecinos, en la cual habitan alrededor de diez personas, en su mayoría chicos.
Ezequiel dijo que tuvo que esperar a que la intensidad del viento se calme para poder apagar las llamas. La situación era realmente compleja, que incluso “no se podía salir, los chicos de enfrente quedaron encerrados en el rancho. Después pudimos apagar un poco, pero con el viento en contra las llamas se te vienen encima y no podés hacer nada”, enunció.
Por último, el joven manifestó que sus pulmones quedaron arruinados, ya que había fuego de los dos lados. “Había gente que quería cruzar para ayudarnos pero no podía, no los dejaban ingresar y tampoco vimos a los brigadistas”, concluyó.