Además de los homicidios y las balaceras, el desarrollo del narcotráfico en Rosario se refleja en el movimiento permanente de las bandas involucradas en la base del negocio. Según explicó este domingo el ministro de Seguridad de Santa Fe, Claudio Brilloni, en la ciudad hay 197 puntos de venta de drogas ilegales.
El funcionario provincial explicó que a la policía le faltan recursos para frenar la comercialización de estupefacientes en cada lugar. “Para hacerlo, tendríamos que desatender los otros problemas que preocupan a la ciudadanía como los robos y los arrebatos”, comentó.
A la hora de referirse al funcionamiento de casi 200 bunkers narco, el comandante retirado de Gendarmería Nacional expresó: “No podemos poner un patrullero en cada uno de ellos”. Al mismo tiempo, sostuvo que las fuerzas provinciales deben “trabajar fuertemente en la prevención” del delito.
Brilloni sostuvo que el policía “no tiene las manos atadas” en Rosario, sino que cuenta con “todas las atribuciones y obligaciones conferidas por ley para proteger vidas y bienes”. No obstante, admitió que la estructura actual tiene un punto débil en las comisarías.
En cuanto a los puntos de venta de droga, el ministro de Seguridad planteó: “Cuesta mucho simular un dispositivo de vigilancia para tener testimonios y convencer al fiscal de allanar ese domicilio”. A esto añadió que los operativos a veces concluyen con la presencia de otras personas diferentes a las denunciadas o el búnker “no está más”, de modo que hace falta otra orden.
Claudio Brilloni quiere fortalecer las comisarías de Rosario
En mayo volvieron a crecer los homicidios en Rosario, pero los robos y otros delitos también se mantienen como un problema importante. En ese contexto, Claudio Brilloni apuntó que los vecinos prefieren el viejo modelo de comisarías, ya que antes tenían “200 o 300 efectivos”.
El ministro de Seguridad provincial precisó que cada seccional cuenta actualmente con un 40 o 50 agentes divididos en cuatro turnos de trabajo. Ante la consulta de Radio 2, admitió que muchas no disponen de los patrulleros necesarios y “eso a la gente no le gusta”.
“Quédense tranquilos que, si bien la comisaría no tiene recursos, la Unidad Regional II y las distintas direcciones de la policía garantizan una presencia en territorio”, acotó Brilloni. De esta manera, intentó transmitir tranquilidad, pero también concedió que la respuesta en los barrios suele fallar a la hora de tomar una denuncia o enviar a un móvil.