Un mes después del anuncio del programa de Intervención Barrial Focalizada (IBF) en Rosario, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro dio el primer paso formal para la implementación. El proyecto se articula con la Municipalidad y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) para abordar las zonas más inseguras del mapa local.
La iniciativa de la Provincia se basa en una experiencia de 2018 que incluyó un megaoperativo en el sur de la ciudad. El objetivo de las autoridades es brindar una respuesta integral que vaya más allá de reducir el delito. Por eso convocan al Poder Ejecutivo local y a la Fiscalía.
¿Cómo es el programa de Intervención Barrial Focalizada?
Según fuentes de la Casa Gris, el plan de IBF se desarrollará en ocho barrios de Rosario y dos de Santa Fe. En esta instancia, los sectores elegidos se mantienen bajo reserva por decisión de los funcionarios a cargo del proyecto.
Pullaro comentó que el despliegue se coordina en base a datos de análisis criminal de la ciudad. El gobernador pretende empezar por los lugares de mayor “vulnerabilidad”; es decir, los más afectados por la “ruptura del tejido social”.
El titular de la Casa Gris indicó que “muchas veces son coincidentes las radiografías” de la violencia y la venta de droga en Rosario. Ante esta situación, el programa IBF es una herramienta que se suma a la habilitación del derribo de bunkers por la ley de narcomenudeo provincial.
En cuanto al plan de acción, el ex ministro de Seguridad diferenció dos etapas de abordaje de los barrios. Después de la intervención de la policía y otras fuerzas, “inmediatamente llegan las áreas más blandas del Estado”. De esta manera describió el trabajo de personal de educación, salud y desarrollo social, entre otras.
Fuera del anuncio de este jueves, el jefe de la Casa Gris anticipó un cambio en la política de persecución del robo de medidores de agua en Rosario, así como cables de luz. El funcionario opinó que “no son delitos menores” e impulsará la condena a quienes reducen el material sustraído en las calles. La estrategia consiste en imputar a los delincuentes por asociación ilícita, de modo que reciban penas más altas.
Pullaro firmó el convenio del programa IBF junto al intendente Pablo Javkin y el fiscal regional de Venado Tuerto, Matías Merlo, en representación de la fiscal general María Cecilia Vranicich. “El desafío es hacérsela cada día más difícil a la criminalidad organizada. Nosotros no podemos aflojar, no vamos a permitir impunidad en la provincia”, aseveró el gobernador.