Jorgelina Cardoso, esposa de Ángel Di María, se convirtió en el centro de la conversación en redes sociales luego del empate entre Boca Juniors y Benfica por el Mundial de Clubes. Más allá del resultado deportivo, la rosarina reaccionó con dureza ante los insultos que recibió su marido durante el partido.

“Viví el partido como si fuera el primero de Ángel, o como si fuera un Mundial de selecciones, re nerviosa como siempre”, reveló en diálogo con Telefe.
Algunos hinchas de Boca presentes en el estadio en el Hard Rock Stadium silbaron y agraviaron a Fideo, algo que generó indignación en su pareja. “No me acostumbro. Hace 16 años que estoy con él y desde el primer partido al último me pongo loca como si fueran todas finales”, admitió con franqueza, dejando entrever la intensidad emocional que vive detrás de escena.
Consultada sobre los silbidos, Cardoso explicó: “Se entienden. El hincha argentino es así. Siempre y cuando no se pase a la falta de respeto, está perfecto”. Aseguró que forma parte del folclore, aunque marcó un límite: “Las puteadas no duelen, es parte del folclore del fútbol, pero sí me molesta que me puteen a mí”.
Uno de los momentos más tensos ocurrió cuando un hincha la tildó de “ladrona”. “Me gritaba ‘ladrona’ y no entendí; sería por el penal, pero yo lo veo de lejos y no tengo nada que ver”, expresó, reflejando lo incómodo que puede ser ese tipo de agresión
La mujer de Di María ha sido una presencia constante en su vida profesional, acompañándolo en todas las etapas de su carrera, desde Rosario hasta Europa. En esta ocasión, no dudó en salir a defenderlo con fuerza frente a las críticas.
El conflicto con algunos sectores del público no es nuevo. Ya en otras oportunidades, Jorgelina había enfrentado cuestionamientos cuando se debatía el posible regreso de Ángel a Rosario Central, algo que finalmente se concretó hace semanas.
