Fueron imputados ocho integrantes del directorio de la cerealeara Guardati Torti SA por 43 hechos de administración fraudulenta, confección, aprobación y publicación de balances falsos. El fiscal Sebastián Narvaja de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos imputó a los directores titulares por realizar operaciones de transferencias bancarias y de compra-venta de dólares y de títulos valores utilizando fondos confiados para su administración por los clientes cuenta - comitentes, además de utilizarlos dicho dinero para fondear las operaciones de la firma GyT Plus S.A., con conocimiento que ésta se encontraba en cesación de pagos.
Todo esto sabiendo que, de acuerdo al último balance de esta, correspondiente al 30 de setiembre de 2019 contaba con un pasivo corriente equivalente a $1.697.797.522,91, y un patrimonio neto negativo de $74.6320.522 pesos. Por otra parte, en diciembre de 2019 cesó su giro comercial. En otras palabras, se trataba de una empresa en cesación de pagos que de ningún modo habría podido cubrir el fondeo provisto por Guardati Torti S.A. A partir de la ejecución de estas decisiones, las personas imputadas ocasionaron una pérdida de liquidez y un desbalance patrimonial en Guardati Torti S.A., fruto del cual, cuando los fondos disponibles de las Cuenta-Comitentes fueron requeridos, se declaró un quebranto que impedía cumplir con las obligaciones de la ALyC relativas a sus clientes.
Estas operaciones perjudicaron patrimonialmente a los clientes cuenta-comitentes de la ALyC, que al día de la fecha continúan privados de los fondos de su propiedad. Por otra parte, las maniobras aludidas han supuesto un perjuicio ilegal contra la propia sociedad de Guardati Torti, a la que las decisiones de sus directivos, en colusión con la sindicatura han llevado a una situación de cesación de pagos que derivó en su presentación en convocatoria de acreedores en fecha 12 de Junio de 2020.
Por otra parte, entre Octubre de 2019 y febrero de 2020, las autoridades de Guardati Torti S.A. dispusieron transferir los fondos obrantes en una cuenta corriente en dólares del Banco Itaú integrada por los fondos en custodia en dólares de los cuenta-comitentes, hacia otra cuenta corriente en dólares del Banco Galicia de titularidad de la firma Guardati Torti S.A; todo ello sin consentimiento y/o instrucción especifica de los comitentes. Luego, afectaron ese dinero a operaciones de compra de Bonos AY24 en el Mercado de Capitales, a través del BYMA, para luego venderlos en pesos (adquisición de “pesos MEP”).
Dichos pesos fueron transferidos a la cuenta Macro, para ser nuevamente transferidos a la cuenta corriente en pesos del Banco Macro, desde la cual se libraban los cheques destinados a GyT PLUS S.A y a los acreedores comerciales de GyT PLUS S.A. Todo ello sin informar a los cuenta-comitentes sobre la operatoria, y sin contar con su consentimiento, ni con instrucciones específicas de los mismos. De esta manera, fueron derivándose los fondos custodiados en las cuentas especiales exentas, en dólares y en pesos, cuya propiedad correspondía a los clientes cuenta-comitentes de la ALyC, hacia la cuenta en pesos contra la cual los directivos de Guardati y Torti S.A. libraron cheques, asumiendo como si fueran de Guardati Torti S.A. las obligaciones de GyT PLUS S.A.
La cesación de pagos de Vicentin S.A., referida por los imputados como el factor externo que provocó las zozobras de la empresa afectó, centralmente, a GyT PLUS S.A. Más específicamente, dicha cesación de pagos supuso un descalce para GyT PLUS S.A. de aproximadamente $230.000.000 de pesos. No obstante, en lugar de proteger la sanidad y solidez del patrimonio de Guardati Torti S.A., las acciones de los imputados se orientaron a continuar financiando la operatoria de GyT PLUS S.A., en perjuicio de la propia Guardati Torti S.A. y utilizando los fondos de los cuenta-comitentes de la ALyC.
También se les imputa haber publicado, certificado y autorizado el balance del ejercicio finalizado al 30 de Septiembre de 2019 incompleto y con información falsa, reflejando una situación que no se correspondía con la realidad económica de la empresa. Más específicamente, se les imputa que en dichos balances, tal como surge de la propia contabilidad de la empresa Guardati Torti S.A., los saldos líquidos de sus comitentes bursátiles (aproximadamente $144.000.000) se encontraban registrados como cuentas regularizadores del Activo, cuando deberían haber sido clasificadas como cuentas del Pasivo de la Sociedad.
Esta forma de organizar la contabilidad no perseguiría otro propósito que mostrar un menor pasivo, decisión que resultó nociva y perjudicial para todo tercero que trabase negociación con Guardati Torti S.A. Por otra parte, no se han enumerado dentro del Balance correspondiente al ejercicio finalizado en Septiembre de 2019 los hechos posteriores que generarían impacto inmediato en la situación financiera y económica del ente y que eran conocidos a fecha de emisión de la información contable, entendiéndose por fecha de emisión la fecha de aprobación de los mismos por parte de la asamblea en virtud de lo dispuesto por la LGS.
Tampoco se informó se trataba de aportes irrevocables o deuda que hicieron contraer a la sociedad con ellos mismos, como acreedores, por sumas significativas de dinero. Así los mencionados socios aportaron la suma total de dólares estadounidenses U$S591.000 hasta la fecha 4/2/20; Aceleración exponecial de operaciones con títulos valores en moneda extranjera; Suspensión de la matricula por parte de la CNV.; Inhabilitación para operar en los mercados.
Todos estos hechos y circunstancias resultaban conocidos a la fecha de emisión y aprobación de los estados contables bajo análisis y, pese a su significancia no fueron debidamente reflejados en los estados contables destinados al público y a las autoridades de control. Ello cobra relevancia en el marco que, según la evidencia referida, se trata de los elementos que explican el estado de cesación de pagos.
Con lo cual, se imputa que la decisión de omitir dicha información constituyente en una acción ilícita, orientada a continuar disimulando la verdadera imagen de la historia patrimonial de la empresa, en beneficio propio y en perjuicio de los terceros afectados. En otras palabras, los estados contables de Guardati Torti S.A. que deberían ser el reflejo fidedigno de la situación de la empresa a fecha 30/9/19 no se correspondían, en lo absoluto, con la situación económica que se evidenció en febrero de 2020.