La implementación de las nuevas restricciones sanitarias por coronavirus en Rosario comenzó con un fuerte operativo de control de tránsito en la zona norte. En ese contexto se confirmó que 300 vehículos llevan un año en el corralón por incumplir restricciones para prevenir el contagio de COVID-19.
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La cifra en cuestión representa la mitad de los motos y autos remitidos durante la cuarentena de 2020 en la ciudad. En todos los casos, la medida fue adoptada dentro de las causas penales abiertas por no atacar las medidas que dictó el Gobierno nacional en el inicio de la pandemia.
“Los fiscales aún no autorizaron que las personas puedan retirarlos”, explicó la secretaria de Control y Convivencia, Carolina Labayru. De esta manera, la funcionaria destacó la importancia de respetar las nuevas restricciones que incluyen la prohibición para circular a quienes no realizan actividades esenciales.
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La funcionaria enfatizó que incumplir el decreto provincial vigente hasta el 31 de mayo genera mayores complicaciones y demoras para sacar un auto o una moto del corralón. Al respecto, señaló que la decisión es parte de una causa judicial y “no es un simple trámite administrativo”.
De acuerdo a los registros de la Municipalidad, entre marzo y junio del año pasado se remitieron 600 vehículos que no tenían permiso para circular en el marco de las restricciones de ese momento. Aquellos operativos de control se llevaron a cabo en la época de mayor confinamiento, varios meses antes del pico de la primera ola de contagios.