El operativo por el derrumbe de una casa de tres pisos en la zona norte de Rosario llegó este martes a un punto crítico. En el marco de la búsqueda de la única persona desaparecida, las autoridades resolvieron demoler la planta alta debido al alto riesgo que presentaba para los rescatistas.
En las primeras 24 horas de trabajo sobre Superí al 200, los bomberos consiguieron rescatar a un joven que fue internado y un hombre de 88 años salió ileso. Luis Ariel López es el hijo de esta última víctima y este martes a la mañana no hubo novedades sobre su paradero.
El operativo con más de 50 personas se concentró retirar los escombros de la casa mediante dos métodos alternados. Con el fin de acercarse al lugar que marcó un perro de los bomberos, empezaron a sacar los restos a mano cuando no era conveniente continuar con máquinas.
“Lo único que teníamos que hacer era demoler la parte de arriba”, explicó Andrés Lastorta sobre el panorama a la mañana del martes. El jefe de Bomberos Zapadores de Rosario agregó que utilizan cámaras en el momento en que encuentran una abertura. La principal hipótesis es que López estaba en la planta baja cuando se derrumbó la estructura.
La casa de Superí al 200 colapsó al final de la tarde a unos 200 metros del río Paraná. La construcción se inspiró en la forma de un barco y las medianeras no presentaban grietas ni daños que indiquen movimiento de suelo.