Vecinos de la zona de Empalme Graneros, donde el lunes se realizó una pueblada con demolición de casas y saqueos por la muerte del niño Máximo Jerez en el marco de una disputa narco, denuncian que fueron víctimas de amenazas de muerte y este martes recibieron un estremecedor video.
En las imágenes, se puede ver a un delincuente joven enmascarado sosteniendo un arma mientras permanece acostado en una cama. “Escuchen manga de giles, van a tener que devolver las cosas que sacaron adentro de la casa. Si no, le vamos a dejar todos los días un muerto adentro de sus casas, ¿Me escucharon? Todas estas balitas van para ustedes, guachos, más vale que devuelvan las cosas, que le vamos a dar a todos plomo”, expresa el hombre.
El mismo video llegó a otros vecinos del barrio y sospechan que es de parte de un delincuente encarcelado conocido como “El Salteño”. “Están adentro (en la cárcel) y mandan gente. No pudimos dormir por las amenazas. Ellos están guardaditos y bien cuidados, tienen celular”, protestó la mujer.
¿Qué temen los vecinos de Empalme Graneros?
“Van a mandar gente los fines de semana, ya les escribieron a todos, van a mandar gente”, advirtió aterrorizada una joven vecina y contó que varios habitantes optaron por abandonar el barrio por miedo a las represalia. “Queremos seguridad, que se termine la droga que es la que está haciendo esto”, suplicó.
En ese contexto, el fiscal Adrián Spelta dijo: “Tomé conocimiento en el transcurso de la mañana, como todo el Ministerio Público de la Acusación, porque nos lo hicieron llegar personas allegadas a Máximo. Si bien yo solo investigo el homicidio, hay una fiscal que interviene”.
Con respecto al video, comentó que por el momento “no se puede saber quién es o a quién responde. Haciendo un análisis prematuro, sería de gente vinculada al Salteño o a alguna persona que habitaba en uno de los lugares que fueron invadidos”. En ese sentido, Spelta aseguró que varios vecinos ya habían denunciado amenazas previas al ataque que mató a Máximo, que provenían de la misma banda bajo sospechas.