En poco más de cuatro horas se registraron dos homicidios en la región. El que tuvo mayor repercusión fue el de Luciano Muscio, el joven al que balearon y le robaron la moto este domingo a la tarde. “Esta Rosario no da para más”, dijo su madre desconsolada luego del crimen sobre la autopista a Buenos Aires.
“Lucho” era vecino de Joaquín Pérez, el arquitecto al que asesinaron el año pasado en el barrio de Arroyito para robarle su auto. El muchacho de 28 años también murió en el marco de un asalto cerca del cruce con la Ruta Nacional A-012, cuando dos delincuentes en otro rodado se le pusieron a la par mientras iba con una chica.
El papá de la víctima asegura que Muscio paró sobre la banquina para darles la moto a los ladrones. A pesar de este gesto, los ladrones abrieron fuego y se llevaron la Tornado blanca. De acuerdo a fuentes de la Fiscalía Regional de Rosario, tanto el conductor como su acompañante cayeron del vehículo tras los disparos. Lara G. (28) no recibió ningún balazo, aunque la trasladaron para que recibiera asistencia médica por otras lesiones.
Familiares y amigos confirmaron que “Lucho” había ido a un lugar donde se corren picadas. Su padre acotó que sabía mucho de mecánica y solía darles una mano a sus amigos para reparar los autos. A las 7 de la mañana se iba a trabajar a una empresa de refrigeración de la zona sur y volvía 12 horas más tarde.
“¿Cuántas madres más van a seguir llorando por sus hijos?”, se preguntó este lunes la mamá del joven asesinado. Así como descartó hipótesis diferentes del robo de la moto como motivo del crimen, se mostró escéptica sobre la respuesta que puede dar la Justicia. Su esposo agregó: “Lo vemos todos los días en televisión, no se resuelve nada”.
Un joven asesinado de diez balazos en la zona norte de Rosario
Además del crimen de Muscio, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmó el homicidio de un joven de 25 años en la zona norte de Rosario. En este caso, las autoridades precisaron que la víctima recibió diez balazos mientras estaba frente a un kiosco.
El asesinato ocurrió pasadas las 21 cerca de la rotonda que conecta Intendente Lamas, Avenida Sabín y la calle 8 de Noviembre. La policía fue a investigar el episodio a partir de un llamado al 911 y pidió asistencia médica, pero Nicolás Ovando ya había fallecido debido a los disparos.
Vecinos del barrio apuntaron que el muchacho vivía a pocas cuadras de la escena del crimen. Si bien la fiscal Marisol Fabbro no pudo establecer en qué circunstancias lo asesinaron, algunos testimonios indican que fue agredido por dos personas que pasaron en moto por el lugar y huyeron sin ser identificadas.