Una niña de cinco años ingresó este sábado al mediodía al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, en Rosario, con convulsiones, dificultades para caminar y un cuadro considerado grave por los médicos. A su llegada, los profesionales detectaron lesiones en la zona genital que, por su naturaleza, generaron la sospecha de un posible caso de abuso. Esto activó la intervención inmediata del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
La fiscal Marisol Fabbro, a cargo de casos de Violencias Altamente Lesivas, ordenó que la niña fuera trasladada de urgencia al Instituto Médico Legal para realizar una autopsia y los exámenes anatomopatológicos necesarios. Mientras tanto, la madre y el padrastro del menor fueron demorados para fijar su declaración y extraer datos útiles para la causa.

Desde el MPA informaron que, además de la autopsia, se secuestraron los teléfonos celulares de los adultos para peritarlos, y se solicitó la colaboración de la División Homicidios de la PDI, que inició una investigación en el barrio Vía Honda, donde reside la menor. También se intentan recuperar imágenes de cámaras de seguridad en la zona.
Según fuentes médicas, la niña presentaba un cuadro de sepsis generalizada grave, con una rápida progresión que la llevó a fallecer apenas media hora después de su ingreso. La sepsis es una respuesta extrema del organismo ante una infección, que compromete múltiples órganos y requiere atención urgente.

Los primeros estudios forenses, realizados por médicos del turno, no lograron establecer si las lesiones observadas en la niña fueron consecuencia de violencia o de otra causa. Esa incertidumbre motivó las medidas protocolares que ordenó la fiscal.
Horas después del ingreso y la intervención judicial, tanto la madre como su pareja recuperaron la libertad, aunque la causa permanece abierta. La fiscalía reveló que no se formó inicialmente una causa penal en su contra, pero continuarán bajo investigación mientras se esperan resultados.
El caso conmueve por la edad de la víctima y la rapidez de los hechos. En Rosario, los hospitales pediátricos suelen actuar con protocolos claros ante signos de violencia, pero este suceso destaca por el foco que se puso desde el primer momento en determinar si hubo abuso, a pesar del fallecimiento inmediato.
El legado de la investigación apunta a esclarecer si fue una tragedia médica natural o si hubo responsabilidad penal. La comunidad espera resultados, llora la pérdida y exige que el sistema responda con claridad y justicia en un contexto de extrema sensibilidad.