Si bien en primera instancia la justicia rosarina había rechazado el acuerdo que extinguía la responsabilidad penal del CEO del diario La Capital, Pablo Abadala y el contador Jorge Oneto, ambos imputados en la millonaria maniobra de estafa inmobiliario que hace dos años generó gran polémica en el empresariado rosarina, finalmente este jueves se conoció la decisión de un tribunal de apelación que aceptó el convenio al que arribaron la defensa de los dos involucrados y la damnificada directa por el fraude.
Según había informado oportunamente el Ministerio Público e la Acusación (MPA) que había elevado la propuesta a los jueces, el plan que ahora fue homologado establecía un pago compensatorio junto con la devolución del campo cuya titularidad tanto Abdala como Oneto habían usurpado.
La Fiscalía, por su parte, consideró que correspondía aplicar el criterio de oportunidad para desistir de la acción penal. A principios de septiembre, en primera instancia se había desestimado el acuerdo, aunque dicha resolución, en su momento firmada por los jueces Héctor Núñez Cartelle, Hernán Postma y José Luis Suárez, fue luego apelada.
Ahora la Cámara de Apelaciones en lo penal de Rosario resolvió tener por desistida la acción penal, pese que a antes de la existencia del acuerdo la Fiscalía había solicitado el pago de multas de entre 36 y 54 millones de pesos y, en el caso de Abdala, se había solicitado una pena de 4 años y medio de prisión.
El convenio se firmó está abalado por la viuda del camarista Ernesto Navarro, legítima propietaria del campo que fue literalmente usurpado por maniobras de cambio de titularidad que luego se comprobaron fueron apócrifas. Dicho acuerdo estableció un pago indemnizatorio la devolución del terreno rural.
La causa, cunado tomó estado público hace dos años a partir de un cinematográfico operativo que incluyó allanamientos en empresas de prestigio en el centro rosarino, dejó en principio 11 detenidos. El expediente logró demostrar además seis maniobras de estafa con propiedades incluyendo la que involucró a Abadala y Oneto.