Mario Urquiza, policía de la Subcomisaría 15° de Pueblo Esther, fue condenado este martes a 14 años de prisión por el crimen de Sergio Luján, un chico de 19 años que fue ultimado por la espalda cuando escapaba del patrullero del efectivo en 2011.
En el juicio oral, que se inició la semana pasada y culminó en las últimas horas, el agente policial reconoció que implantó un arma y adulteró el acta. "Voy a confesar hoy mi delito. Yo mentí en el acta por ser la primera vez que me sucedía esta situación, mal aconsejado. Pero no tuve intención de matar a este joven. Tropecé y se me escapó el disparo", dijo Urquiza en el inicio del proceso.
El caso data del 2 de diciembre del 2011. Un llamado alertó a la subcomisaría de la localidad que estaban "apretando" a un comerciante. Dos efectivos llegaron en una chata a Juan Domingo Perón y Venezuela, donde identificaron a dos jóvenes, "Bebe y Plomito", que salieron corriendo en distintas direcciones.
Los uniformados persiguieron uno a cada uno. Urquiza alcanzó a Luján y lo subió al móvil, no como acusado de delito alguno sino en una simple averiguación de antecedentes. Perdió de vista a su colega y dio la vuelta manzana en busca del otro sospechoso. En México al 1200 bajó del móvil.
Allí Luján, que no estaba esposado, bajó corriendo de la chata. A los pocos metros, frente a seis testigos, recibió el disparo policial que lo hizo caer de boca al piso. La bala ingresó a la altura de la primera vértebra lumbar. Fue trasladado en la misma chata policial al hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez, donde llegó muerto.