La intendenta Mónica Fein encabezó este martes el acto en el que se firmó el decreto que ratifica la implementación del nuevo sistema de Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) tal como había sido consensuado el año pasado en la licitación correspondiente. La transición se llevará a cabo en tres etapas y adelantó que la última "no irá más allá del segundo semestre del año que viene".
"La licitación le da 120 días a la empresa para el proceso administrativo", explicó la titular del Ejecutivo respecto del ingreso de la firma El Cacique para operar las líneas del noroeste y sudoeste de la ciudad. Esto implica la transferencia de choferes y empleados en un trámite que asegura tanto la continuidad como la antigüedad del personal actual.
Durante ese lapso, la compañía mendocina también deberá incorporar los nuevos ómnibus para mantener una antigüedad promedio de 5 años. Fein reconoció en este sentido que las carroceras nacionales tienen "dificultades para la producción", por lo que le pidió al Ente de la Movilidad de Rosario (EMR) "que los acompañe a buscar las unidades que hacen falta". A pesar de estos inconvenientes, se mostró confiada en que "en diciembre" van a tener "la gran mayoría disponible".
Respecto de la segunda etapa prevista, la intendenta explicó que a fin de año empezarán a utilizarse la SUBE en simultáneo con la tarjeta Movi. La transición demandará entre 4 y 6 meses para sacar de circulación alrededor de un millón de plásticos que actualmente están activos en el sistema local.
El tramo final de las reformas será la puesta en marcha de las líneas y recorridos que administrarán la empresa del Estado municipal junto a El Cacique y Rosario Bus. La firma que fusionó a Semtur y La Mixta cubrirá principalmente el servicio en zona norte, mientras que la empresa de los tradicionales coches amarillos quedará a cargo de conectar el oeste y el sur.