Glovo, el Uber de los cadetes, llegó con fuerza a Rosario y desató la polémica

La app de repartos es denunciada por el sindicato de cadetes por precarización laboral, ya que paga menos de la mitad del promedio por ese servicio.

Polémica con la app de pedidos Glovo en Rosario
Polémica con la app de pedidos Glovo en Rosario

A la posible llegada de Uber, y a la competencia desleal que genera, se le sumó otra ya instalada desde hace algunos meses en Rosario. Se trata de las apps de envíos de pedidos, y concretamente de una en particular, Glovo, firma denunciada por fomentar una extrema precarización laboral.

"Esta empresa española tiene una infinidad de juicios laborales porque trabaja por fuera de cualquier convenio laboral, sin respetar nada", manifestó Gustavo Yedro, secretario general del Sindicato de Cadetes de Rosario, a Radio 2.

Reveló que los interesados en trabajar con ellos repartiendo sus pedidos deben poner su moto o bicicleta, hacerse cargo de su mantenimiento, usar su Smartphone y alquilarles a Glovo la caja amarilla para los repartos y anotarse como monotributistas. "Lo que cobran es menos de la mitad del promedio de lo que se paga por este servicio", apuntó Yedro.

"Ocurre que en un contexto de desocupación creciente, esta empresa ofrece una rápida salida laboral pero en condiciones totalmente precarias", sostuvo el dirigente y añadió que esto atenta contra un mercado de cadetería que sufrió un desplome del 30% al 40% en los últimos meses.

¿Cómo funciona Glovo? Se trata de una app mediante la cual podés comprar cualquier producto y recibirlo en pocos minutos en tu casa. Generalmente se la usa para comida, pero también pueden transportar ropa, libros o incluso pedidos de la farmacia.

Los cadetes, llamados "glovers", son mensajeros independientes integrados a una plataforma desde donde se les asignan los pedidos que realizan los usuarios a través de la app.

El cliente lo puede seguir el pedido en tiempo real y conectarse con él en caso de que lo desee. Luego de tener gran éxito en España, la app se extendió a Portugal, Francia, Italia y llegó a la región, comenzando con Chile, Brasil, Perú y Bolivia. Desde el año pasado funciona en Buenos Aires y en este 2018 llegó también a Córdoba, Mar del Plata y Rosario.