La inversión en obra pública en Rosario es la más alta en una década, según informó la Municipalidad respecto al ejercicio 2017, en el cual exhibió un resultado económico (recursos – gastos corrientes) positivo por segundo año consecutivo. Además, se achicó el déficit.
De acuerdo al Ejecutivo, el superávit pasó de $45,7 millones en 2016 a $89,6 millones en 2017, lo que da cuenta de un crecimiento nominal del 96%.
Los gastos y los recursos corrientes del municipio variaron a un ritmo similar en torno al 31%. Sin embargo, desde el Municipio se destacó la incidencia de los gastos de capital (construcciones, obras públicas) dado que su participación en los gastos totales es la más alta de los últimos diez años (12,3%) y viene creciendo sostenidamente desde 2012.
"La ciudad está avanzando en un plan de obras sin precedentes, que se refleja en las cuentas municipales. Mientras que los gastos corrientes se incrementan un 31%, al mismo ritmo que lo hacen los recursos corrientes, los gastos de capital crecen 62% respecto al ejercicio anterior", indicaron.
También vale destacar que el déficit previo muestra una mejora en términos relativos, desde el 8,1% en 2015, 7,1% en 2016 y finalmente 6,6% en 2017. "Este desequilibrio se explica fundamentalmente por la incidencia de los gastos de capital, ya que parte del ahorro de recursos corrientes termina por financiar gastos de capital", aseveraron.
Los gastos de capital del municipio favorecieron un aumento en la facturación del sector construcción en torno al 73,3% en valores nominales (32,3% en términos reales), siendo el sector de actividad más dinámico de la economía de Rosario. Y esto tiene su correlato también en términos de empleo, ya que explica el 11% de los empleos locales.