La empresa láctea Cotar atraviesa nuevamente serias dificultades para continuar funcionando, debido al bestial tarifazo que está soportando y que se combinó con una brusca caída de la demanda. Hay versiones encontradas sobre la situación de los trabajadores.
De acuerdo a responsables de la firma, la venta de yogures, que es uno de sus puntos fuertes, se desplomó hasta un 50%. Y además, empezó a escasear la materia prima, porque la mayoría de los tamberos se fueron con SanCor.
Por otro lado, la factura de la Empresa Provincial de Energía (EPE) se cuadruplicó, y se pasó de pagar $300 mil a $1.400.000. "No queremos cerrarla, pero no se cuánto tiempo más vamos a poder soportar esta situación", dijo Bernardo Arocena, al frente de la empresa, a Punto Biz.
Por otro lado, confesó que pese a que a fines de 2017 el Gobierno nacional se había comprometido a enviar dinero para pagar salarios, hasta ahora no hubo novedades.
Para capear el temporal, admitió que están encarando una serie de reestructuraciones, y que lograron el apoyo de los casi 200 trabajadores que aceptaron donar parte de su sueldo ($3.600) por tres meses para que no haya suspensiones.
Sin embargo los delegados de los empleados dijeron no haber tenido ningún contacto con los empresarios, señalaron que están sin cobrar, y que esperan prontas reuniones en el Ministerio de Trabajo para aclarar su situación.