El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, inauguró este lunes la primera etapa del acueducto Desvío Arijón, que en principio proveerá del servicio de agua potable a alrededor del 60 por ciento de la ciudad de Santo Tomé.
"Parece mentira que una ciudad tan importante y a la vera del río Paraná no haya tenido agua potable hasta ahora", expresó el mandatario provincial tras encabezar un acto en el cual abrió una "canilla simbólica".
El acueducto Desvío Arijón comenzó a construirse en 2011 y con una inversión de 850 millones de pesos llevará agua desde el río Coronda para proveer de agua potable a Santo Tomé, en esta primera etapa, y posteriormente a Sauce Viejo y Desvío Arijón.
Además, el proyecto prevé llevar agua hasta la ciudad de Rafaela y ampliar la cobertura a otras ocho localidades.
Lifschitz explicó que "por el nivel de inversiones que requiere, (el acueducto) se hace en etapas" y anticipó que "en los próximos días estamos abriendo el segundo sobre de la licitación del Acueducto Rafaela, que va a llevar desde la misma toma de agua hacia Rafaela y todas las localidades intermedias la posibilidad del agua potable".
El acto, del que participaron además la intendenta de Santo Tomé, Daniela Qüesta, y el ministro provincial de Infraestructura y Transporte, José Garibay, se desarrolló en calle 7 de marzo al 3200 (entre J. J. Paso y 1º de Mayo) de Santo Tomé.
Luego del acto de apertura simbólica de la canilla, se prevé que pasen entre 48 y 72 horas para que la nueva conexión esté completamente habilitada.
En el primer tramo, un 60 por ciento de la ciudad de Santa Fe podrá consumir el agua potable debido a que solo se proveerá con esta obra el tanque central de la ciudad, aunque está previsto que en pocas semanas también llegue el servicio a barrios Villa Libertad, Adelina Este y Loyola.
El municipio de Santo Tomé, ciudad ubicada frente a la capital provincial en el margen oeste del río Salado, se trabaja actualmente en la colocación de micromedidores en las viviendas.