Dicen que para el amor no hay edad. Este podría ser el caso de un hombre que se casó con otro de 90 años, aunque uno de los datos más curiosos en esta oportunidad es que se trataba de su tío.
Si bien algunas personas podrían poner reparos en los lazos filiatorios de la pareja, lo cierto es que pudieron sellar el enlace formalmente.
El nonagenario era jubilado de la Municipalidad de Rosario y según trascendió, cuando en la familia tomaron conocimiento de su delicado estado de salud decidieron concretar el casamiento igualitario.
De esa manera creían que el sobrino podría acceder a la pensión cuando se produjera la muerte del tío. Sin embargo, cuando llegó a su fin la vida del hombre y se iniciaron los trámites para lograr la pensión, el Instituto Municipal de Previsión Social rechazó el beneficio.
Ante esta situación el sobrino y cónyuge realizó un reclamo en la Cámara Contencioso Administrativo, donde nuevamente fue denegada la demanda.
Desde la Municipalidad indicaron que este no el primer caso que se registra de estas características sino que son reiterados los intentos de lograr beneficios del Instituto Municipal de Previsión Social con maniobras ilegales o insólitos artilugios.