En paralelo con el inicio de la cuarta fase de aislamiento, la Municipalidad confirmó este lunes que se realizaron más de mil mudanzas en Rosario durante el primer fin de semana de habilitación para ese tipo de traslados. De esta manera, prácticamente se cubrieron todos los turnos disponibles a fines de minimizar la circulación en las calles.
Desde el Ejecutivo estiman que la gran demanda previsible luego de un mes y medio de prohibición se sostendrá en los días por venir. De hecho, ya está casi agotado el cupo para la próxima ventana horaria en simultáneo con la apertura de las inmobiliarias, la otra pata que faltaba para destrabar el cuello de botella en torno a la renovación de alquileres de viviendas y comercios.
A nivel local la mirada del Palacio de los Leones estuvo enfocada en el flamante turno vespertino para poner en marcha los negocios mayoristas y minoristas. Desde el Gobierno provincial, en tanto, advirtieron que hubo un relajamiento el domingo en Rosario y cuestionaron las salidas recreativas y las reuniones que se armaron como si la cuarentena se hubiera levantado.
Las mudanzas fueron parte de los servicios cuya autorización se anticipó a la cuarte fase de aislamiento a nivel nacional. La excepción se implementó mediante una decisión administrativa de la Casa Rosada, la cual fue rectificada al día siguiente para incluir pequeñas obras privadas.