Poco tiempo atrás, tanto Provincia como Nación destacaron el gran descenso en la cantidad de homicidios dolosos en Rosario y la región, en comparación con el año pasado. Sin embargo en la última semana recrudecieron los enfrentamientos violentos que arrojaron el promedio de un asesinato por día.
Las víctimas son, en su mayoría, hombres jóvenes, algunos con antecedentes penales, y murieron como consecuencia de peleas sin intención de robo.
En la madrugada del viernes 21 de julio, un muchacho fue apuñalado en el medio de una fiesta en Ovidio Lagos al 4500. Pese a que manejó agonizando su moto, no resistió y cayó muerto a las pocas cuadras.
Horas más tarde se conoció el crimen de otro joven en Empalme Graneros. La víctima de 25 años fue identificada como Mauricio Sosa, y recibió disparos en el tórax y en el cráneo, aparentemente como resultado de una pelea.
El domingo 23 de julio, José Luis Schneider de 40 años, sufrió pérdida de masa encefálica por un balazo en el cráneo y le diagnosticaron muerte cerebral en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Se sospecha que el ataque tuvo que ver con ajustes de cuentas por la muerte de la hermana del líder de Los Monos. Lo cierto es que el crimen se produjo en barrio Las Flores, donde al otro día, dos hombres resultaron heridos por una pelea a balazos.
También ese día fue encontrado en zona noroeste el cadáver de un hombre asesinado de una puñalada en el pecho.
El lunes, un chico de 20 años que se encontraba en la zona del Fonavi de Bulevar Seguí y Rouillón, recibió un disparo en el rostro y falleció tras ingresar al Heca. Aparentemente se habría peleado con un compañero en la escuela y recibió un disparo accidental de su propia arma.
El martes encontraron en el Parque Regional Sur el cadáver de Brian Ezequiel Chamorro, de 19 años. El cuerpo presentaba al menos ocho impactos de bala, la mayoría de ellos en el tórax y también alguno en el codo y la axila.
Y en las últimas horas se registraron dos brutales crímenes: el de Pamela Tabares, la trans de 35 años acribillada de cinco balazos en Pérez, y el de Héctor Ramírez de 22. Este último fue encontrado muerto en su casa de Corrientes al 3100.
Se trata de siete asesinatos a sangre fría, todos ellos impunes hasta el momento.