Mientras espera sentarse en el banquillo de los acusados por la Justicia provincial, la Cámara Federal de Casación Penal confirmó este miércoles la condena a uno de los escribanos involucrados en la megaestafa inmobiliaria en Rosario. La resolución se refiere a la venta ilegal de un automóvil en la que fue declarado culpable de presentar documentos falsos.
La causa llegó a juicio en abril, cuando José Luis Gordó recibió una pena de 3 años de prisión de ejecución condicional y también se le impuso una inhabilitación especial para ejercer la profesión durante 5 años. El trámite continuó a partir de la apelación y una de las cuestiones a resolver era la posibilidad de postergar el fallo para analizar otros hechos similares que implicaban al mismo imputado.
Ante el pedido de la defensa de acumular los diferentes expedientes, el fiscal Federico Reynares Solari se opuso y argumentó que eso "podría implicar una demora en el trámite de alguno de ellos". El funcionario entendía que postergar la sentencia sobre este caso habilitaba que continuaran esos presuntos delitos si no se lo suspendía.
Casación finalmente le dio la razón a la parte acusatoria para resolver el planteo referido a la denuncia de agosto de 2009. En aquel momento, un hombre que supuestamente había firmado documentos para una transferencia automotor negó haber participado de la transacción y señaló que ni siquiera conocía al escribano Gordó.