Aunque sin solución todavía para las dificultades de fondo, el personal cesanteado de los talleres ferroviarios Rioro de Pérez, tienen algunos días de alivio.
Es que este lunes, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe definió una extensión de los plazos de vigencia de la conciliación obligatoria que impide a la patronal desprenderse de los 75 empleados que a mediados de junio fueron anoticiados del cierre de la planta.
Por falta de encargues en materia de carrozado de vagones de pasajeros y carga, la firma perteneciente al Grupo EMEPA decidió desactivar la estructura de producción y de hecho llegó a enviarle telegramas de despidos a los trabajadores.
Dicha situación tuvo que revertirse cuando la cartera laboral dictó la primera conciliación que oblogó a las partes -patronal, Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y el personal- a reunirse para encontrar una alternativa para garantizar la continuidad.
En el medio de las discusiones, se barajó la posibilidad de que un nuevo dueño se haga cargo de las instalaciones, pero dicha iniciativa hasta el momento no se cristalizó.
Se trata de la compañía Ferronaval, integrada por accionista mexicanos y chinos, y cuyos representantes lograron mantener contactos con Rioro y autoridades laborales para avanzar en un cambio de manos.
