A menos de una semana de que se anunciara la prueba piloto para llevar detenidos por la policía directamente a dependencias del Servicio Penitenciario, el gobernador Miguel Lifschitz adelantó que la semana que viene anunciarán nuevas reformas para mejorar el control de las comisarías en Rosario.
Mientras se recupera luego de la rotura de su tendón de Aquiles, el mandatario explicó que viene charlando con el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, ante las recientes denuncias graves contra la fuerza provincial y advirtió: "Es un tema que me preocupa enormemente".
"Vamos a dejar solamente seis puntos de ingreso para detenidos, uno por distrito", señaló el ex intendente en contacto con Radio Sí. En este sentido, detalló que cada lugar tendrá "presencia permanente de fiscales y defensores, personal civil" y monitoreo por cámaras de videovigilancia.
Lifschitz reconoció que el "rediseño de todo el sistema de detención" obedece al hecho de que los casos de abuso policial "normalmente se producen desde el ingreso a la comisaría hasta que interviene Fiscalía".