Parecía que la proyección de Hernán Menosse para asistir a Teo Gutiérrez iba a ser el hecho más relevante del primer tiempo, pero la situación cambió en cuestión de segundos. Apenas el delantero marcó el gol, los hinchas de Rosario Central lanzaron juguetes a la cancha y desplegaron banderas dedicadas a Newell's por el clásico rosarino.
Corrían 24 minutos de juego cuando Ariel Penel detuvo el partido entre la Academia auriazul y Racing. En ese momento, una decena de bebés de plástico vestidos de rojo y negro habían caído al campo de juego desde la platea este del Gigante de Arroyito. En la misma tribuna habían colgado dos paños que el árbitro ordenó guardar.
Luego de la reacción de la hinchada canalla y la intervención del personal de seguridad, el locutor del estadio transmitió la advertencia del referí y el encuentro se reanudó.