Mateo Messi arrancó desde temprano con las travesuras en el estadio Mineirao. El hijo del medio del astro rosarino no perdió el tiempo y ni bien llegó, se puso a hacer de las suyas.
El más pícaro de la familia arrancó pegándose al cristal del palco del estadio en el que se enfrentan Argentina y Brasil por la Copa América. Tras colgarse por algunos segundos, se cansó y empezó a subir las escaleras a las corridas, ante la atenta mirada de la abuela Celia.
Momentos después, su abuelo lo fue a retar, pero lejos de amilanarse, el pequeñín amagó con darle una cachetada. En redes sociales los usuarios recordaron un episodio similar protagonizado por su propio papá, muchos años atrás.
Lo cierto es que Mateo otra vez se hizo notar, tal como ocurrió en los últimos encuentros, en los que toda la familia debía estar más pendiente de sus andanzas que de los partidos y de la Pulga.