Un presunto caso de estafa cerca del Centro de Justicia Penal tomó estado público este lunes a partir un procedimiento realizado por la Policía de Investigaciones (PDI). Vecinos de la zona señalaron que allí funcionaba un negocio donde cobraban facturas en forma ilegal.
La situación fue advertida a través de redes sociales, donde identificaron con nombre y foto a los supuestos encargados del local de Rueda al 1000. Antes del operativo, quienes iban en forma regular al lugar para pagar impuestos y servicios advirtieron que los prestadores los habían notificado sobre deudas pendientes, por lo que parece que el dinero nunca se acreditó.
Del establecimiento quedaba poco y nada a la tarde, cuando las autoridades se hicieron eco de la denuncia. La fachada había sido cubierta desde el interior con papel de diario, algo que alimentaba la sospecha de que los responsables de atender a los clientes se quedaron con la plata.
Una de las víctimas contó que entre los damnificados hay personas que perdieron "hasta 20 mil pesos". En diálogo con Radio 2, Juan recordó que cada vez que iba a pagar, le decían que no podían darle un comprobante porque no funcionaba la impresora. Una vez que se encontró con el negocio cerrado, se encontró con que no era el único que sufría ese problema y descubrió el engaño.