Luego del fin de semana largo, los 26 trabajadores que cuenta un lavadero industrial de jeans no pudieron ingresar este martes a las instalaciones ubicadas en Zeballos 4663. De esa forma se enteraron que el lugar había cerrado sus puertas.
Sin aviso previo a los empleados ni a los dirigentes gremiales, el personal decidió quedarse en el lugar y tomar la fábrica hasta que haya alguna certeza respecto de cómo se resolverá su situación laboral.
Fuentes sindicales apuntaron que los trabajadores optaron por resguardar tanto el inmueble como los equipos tras el faltazo de los dueños a una primera audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo ante la denuncia por el cese de actividades.