Desde la semana anterior, todas las noches, cuando el reloj marca la hora 22:00, las ventanas y puertas de cada hogar de Las Junturas se abren, y casi dos mil voces se unen en el mismo canto, el del Himno Nacional Argentino.
Gisella Fantone es quien tuvo la idea y se la comunicó a su primo, Ariel Ferreyra, que vive en la otra punta de la pequeña localidad del departamento Río Segundo, ya que él cuenta con un equipo de música. Ariel se sumó inmediatamente y desde allí decidieron que cada noche repetirían la acción.
La primera noche muchos vecinos se unieron, pero a partir de la segunda jornada, no quedó ningún junturense sin unirse a la propuesta.
En medio de tanta soledad que viven muchos, el canto del Himno se ha vuelto una cita obligada al final de cada día, la manera de sentirse parte, de oír las voces de los vecinos y saber que todos estamos tirando para el mismo lado, dando batalla para salir adelante más fortalecidos que nunca.
Gisella se mostró emocionada al referirse a la iniciativa que tanto eco logró en la gente: "Es algo emocionante, al estar todos encerrados en nuestras casas, sin poder salir, y de pronto que nos una nuestro Himno, es algo muy lindo", sostuvo con la voz entrecortada.
Gisella pidió que se sumen en todos los pueblos, haciendo de todo el país un solo canto, "para que nuestros hijos vean lo que es la unión de los pueblos al entonar nuestro himno nacional, confiados en que de esta salimos estando todos juntos, unidos", afirmó.
Gisella tiene 32 años, es mamá de un bebé y es empleada doméstica. Que ella pueda dar este mensaje de esperanza cuando forma parte de uno de los sectores más afectados por la crisis desatada por la pandemia, le da un significado mucho más profundo y significativo a su accionar, porque pese a las innumerables dificultades diarias que debe afrontar, está convencida que "juntos, vamos a salir adelante".