El 16 de diciembre de 1938 nacía en La Tordilla, Vidozaba "Yoli" Vucadinovich, quien se formó como paracaidista en una época donde la actividad solo era realizada por hombres. Yoli marcó una época donde la mujer comenzaba a ser protagonista en actividades que -hasta ese entonces- eran netamente masculinas.
Su logro máximo fue el 4 de noviembre de 1961, cuando logró batir el récord en un salto automático nocturno. La hazaña se realizó al atardecer, desde un cuatrimotor Avro Lincoln desde la base de la Fuerza Aérea de Las Higueras.
El objetivo de Yoli era demostrar que una mujer podía ser autora de semejante desafío, y lo logró al lanzarse de 8883 metros de altura en el aeródromo de General Deheza. La velocidad reducida del avión de 300 km/h y un viento en altura de 107 km/h, motivaron el desprendimiento de 13 cuerdas por lo que Yoli debió efectuar una apertura de emergencia, desprendiéndose la máscara de oxígeno y siendo desplazada por el viento a unos 35 kilómetros del aeródromo, llegando a tierra semidesvanecida.
La paracaidista pudo ser rescatada por un campesino. La proeza había sido cumplida y Yoli había alcanzado una nueva marca mundial, por lo que fue reconocida por la Fuerza Aérea, el Ejército Argentino, la Asociación de Amigos del Museo de la Industria y Municipalidad de Córdoba, la Federación Argentina de Paracaidismo, y ahora también, impulsado por el Municipio de su tierra natal, a la distancia el reconocimiento tan especial en el día de la mujer.
La intendente Claudia Bordoni, junto a toda la comunidad de La Tordilla, le rindieron el merecido homenaje inaugurando una escultura con placa en su honor, y recordando su vida y sus proezas.
Yoli se convirtió en la primera instructora mujer de paracaidismo en Latinoamérica y fue la fundadora del club Águilas Blancas, cuerpo especial de paracaidistas de la Policía de Córdoba.