Con fondos que donan de sus salarios, los dos concejales y el tribuno de Cuentas del partido Respeto de Río Cuarto compraron una pala para limpiar terrenos baldíos, basurales y arreglar calles.
Desde que asumieron la función pública, los representantes de Respeto sólo cobran entre 14 y 16 mil pesos de sus salarios (de aproximadamente 60 mil) y el resto lo derivan a un fondo para hacer obras de bien público.
El partido Respeto es liderado por Pablo Carrizo, el enfermero de clase media que, cuando era muy joven, se fue a vivir a la villa para ayudar. Hizo campaña en la última elección municipal y logró imponerse como tercera fuerza prácticamente sin recursos, sólo publicitando el trabajo voluntario de su grupo por las redes sociales.
En la página del partido Respeto se definen como “un colectivo que se identifica por sus acciones concretas, promoviendo así una cultura política diferente”.
Ayer comunicaron su “orgullo” por haber podido acceder a una herramienta que facilitará y potenciará su trabajo. Se trata una cargadora compacta Caterpiller modelo 216b serie 3, “que será puesta al servicio de la ciudadanía y permitirá reforzar las tareas que se vienen realizando desde el Partido”.
Sostienen que la máquina, como todos los recursos provenientes del “ahorro” de salarios de Respeto, le pertenecerán siempre a la ciudadanía.
Respecto indicó que la herramienta, valuada en $ 584.000,00 junto a su carro de transporte y apoyo, valuado en $123.000,00, generará al menos un puesto de trabajo estable y si logran gestionarla eficazmente, hasta dos. Prevén utilizarla para realizar tareas comunitarias y también alquilarla eventualmente a privados para reunir fondos.