Más de 600 personas participaron de la campaña “un tatuaje por un juguete” en barrio Altos Privados Norte.
Por segundo año consecutivo, 20 tatuadores de la ciudad organizaron una movida solidaria para reunir juguetes para los niños del merendero de barrio Tulalá y otros sectores periféricos.
Leandro Carpintero, delegado de la Agencia Córdoba Joven, destacó el gesto de los tatuadores, dijo que se apunta a "liberar la actividad de prejuicios sociales, demostrar que el tattoo es un arte, que expresa, como el día de hoy solidaridad y amor por los niños”.
Hugo Albano, tatuador y organizador del evento dijo que estas actividades se realizan para darle un apoyo a los que menos tienen. “Queremos ayudar a los chicos del barrio y sacarles una sonrisa”.
En la jornada, también se pudo disfrutar de bandas en vivo, artesanos, stands de ropa y cantina.